lunes, 8 de noviembre de 2010

TEMPLADO

En sueño
vuelvo a sentir que  eres mi amor.
Despierto
vuelvo a saber que eso no es cierto.
Dejado
desde que no estás a mi lado.
Deshecho
por no dormir en tu pecho.
Perdido
pues desearte me has prohibido.
Cautivo
en el presente hoy ya no vivo.
Preso
en este abismo sin tus besos.
Hundido
bajo tu adiós hoy me he sentido.
Ahogado
en el dolor de los versos.
Cansado
de no librarme, del tequiero.
Frio
al descubrir que no has venido.
Templado
al aceptar que me has dejado.

2 comentarios:

  1. El camino hacia la aceptación es duro. Muy bueno

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  2. Tantos tropiezos,
    tantas piedras en el camino….
    Eso pasa cuando aún no se conoce.
    Una vez descubierto, recorrido,
    puedes seguirlo con los ojos cerrados;
    porque sabes cada uno de sus vericuetos,
    sus secretos tan bien guardados,
    las trampas que esconde pero que ya se han descubierto.

    Y gusta seguirlo,
    porque cuando sabes la senda encuentras ríos,
    enormes árboles que tocan el cielo,
    con sus infinitas ramas.

    Y cuanto más lo recorres
    más place recorrerlo.
    ¡Aquí hay un tronco de muchos años!
    ¡allí es donde paré a descansar, en la sombra!
    ¡esa es la roca con la que tropecé y me hirió!
    pero ya sé dónde está,
    ahora la evito.

    Y no es camino con final,
    no llega a ninguna parte;
    o llega donde cada uno quiere que llegue.
    Depende de la fuerza con la que lo afrontemos,
    del cansancio de otros caminos recorridos,
    de sus tropiezos en ellos.

    Qué bueno recorrerlo
    aunque duelan los golpes de las piedras.
    Y a veces no sepas,
    y te desorientes.
    Los golpes son el precio de conocerlo,
    y en verdad,
    los que nos entrenan para iniciar el siguiente.

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